LOS SECRETOS DEL CAMINO DE INVIERNO
Cada verano que pasa bate records de viajeros, por difícil que parezca, la ruta jacobea hasta Santiago todavía guarda un gran y bello secreto. Es el camino de invierno, transitado desde hace siglos por los primeros peregrinos y oficial solo desde hace dos años, cuando se incluyo en la Ley del Patrimonio Cultural de Galicia. Para los que gusten de una experiencia sin masificaciones, fiel a las esencias y por uno de los mejores paisajes de Galicia, esta es la alternativa.
Alternativa que podemos trasladar en algunos caminos fuera de la comunidad gallega.
Sus orígenes se remontan al nacimiento de la propia peregrinación. Se descubrió que era una alternativa más accesible en invierno al camino francés que van de O Cebreiro, muy duros por la nieve.Desde entonces, desde Ponferrada enfilaban por la comarca de Valdeorras en una cota más baja seguían hasta entrar en Luego por Quiroga, iban por la Rivera Sacra y enlazaban con la Vía de la Plata que venia por Ourense en Lalín, explica Aida Menendez, presidenta de la Asociación de Camiño de Invierno por la Ribeira Sacra. Hace 20 años que comenzaron a luchar por un reconocimiento que cumplen esta verano su según aniversario como parte de la ruta xacobea. Otro motivo paraq desviarse por aquí es la crecida de los ríos, por la Rivera Sacra hay puentes más resistentes, son acueductos romanos.
La ruta son 263 km de recorrido que se pueden dividir en siete etapas desde Ponferrada hasta Lalín. Aquí son otros 45 km por la Via de la Plata que se completa en dos jornadas. Discurre paralelo a cuatro ríos distintos, el Sil, el Lor, el Miño. No hay otro camino jacobeo que se extienda tantos km a lo largo de un rio. Unos 70 a lo largo del Sil pasando por un enclave patrimonio de la humanidad nombrado por la Unesco , las Médulas y por otro que podría serlo la Ribeira Sacra, además de los cañones del Sil y de los viñedos en bancales de la ribeira del Miño, aquí se encuentra la segunda concentración más grande del románico de Europa. A lo largo del viaje se atraviesan tres denominaciones de origen del vino como son Vierzo, Baldeorras y Ribeira Sacra. En esta última es donde está la única bodega a pie del camino, Vñia Romana. Estos obsequian con una copa de vino a los peregrinos que pasan y también pueden sella su credencial. En Belesar, Quinta Sacra cruza con su zodiac el Miño para pasar de una orilla a la otra y continuar el camino.
Las vistas son uno de sus mayores alicientes. Desde lo alto del monte Faro, en Chantada, se observan las cuatro provincias gallegas.
El otoño, la primavera y el verano, son las mejores épocas para ver el esplendor del Camino de Invierno por sus colores gracias a la floración y a las hojas teñidas de ocres y rojos de los viñedos.
Esta ruta, aun adolece de infraestructura dada su corta vida de camino oficial siendo necesarios más albergues.
En los primeros siete meses del año han pasado unos 450 peregrinos, 71 más que el año pasado. Solo el 1% denos que pasan, sellan siendo un hándicap o ventaja según lo que se persiga.